El extraordinario papel de las asociaciones de protección animal y de los refugios animales en Andalucía es a veces complicado y está lleno de dificultades. Javier Laguna Balebona gestiona desde hace dos años con mucha dedicación y poco dinero el refugio La Sonrisa Peluda en Campillos. Viven de donaciones esporádicas y colaboraciones con otras asociaciones y hasta la fecha han pagado puntualmente el alquiler de la parcela. Sin embargo, la pasada semana los propietarios les comunicaron que quieren venderla y que se tienen que marchar de allí. Ante la posibilidad inmediata de cambiar de lugar, Javier busca familias de adopción para sus 50 perros y que no se queden sin hogar.
Javier fue capaz de transformar un lugar que había sido hasta la fecha un negocio como residencia canina en un refugio donde vivían los animales que él mismo rescataba o que vecinos y otras protectoras le enviaban y tiene hasta finales de julio para buscar un nuevo hogar.
Se ha creado un evento en facebook para buscar apoyos y familias adoptantes.
Diario Sur de Málaga se hace hoy eco de la noticia en este enlace
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