Un galgo murió tras estar en la playa canina de El Campello, en Alicante, y haber ingerido agua estancada en la que había una gran concentración de “algas”. Eso es lo que dice el propietario del perro, ya que, la Concejalía de Playas y Medio Ambiente del Ayuntamiento de El Campello y el Instituto de Ecología Litoral, tras analizar la zona, mantienen que la muerte del animal no fue provocada por este motivo.
Según Cuenta Costa Comunicaciones Manuel, dueño de dos galgos miniatura acudió junto a su familia y sus mascotas a la Playa Canina de El Campello ubicada en la desembocadura del Rio Seco el pasado domingo 19 de junio por la tarde. El animal bebió en una zona de la playa en donde el agua se encuentra estancada. “Cuando llegamos la perrita estaba en perfecto estado de salud, hacía un mes que le habíamos hecho una revisión y llegó a la playa jugando como en otras ocasiones. Pero a la media hora de dar unos lenguetazos a ese agua cambió totalmente su comportamiento”, relata este vecino de la playa de Muchavista. Manuel explica que “la otra perra ni se acercó al agua porque le tiene miedo, gracias a lo cual se pudo salvar".
En el coche, de camino a otra playa canina en Alicante, la perra estaba apática. Cuando llegaron ni siquiera quiso salir del vehículo permaneciendo, los diez minutos que pasaron allí, en brazos de su dueño. Una vez en casa la perra permaneció en el sofá inmóvil y entonces comenzaron las diarreas y los vómitos. Sus dueños al observar la gravedad de lo que ocurría decidieron trasladarla de urgencia a un hospital veterinario en Elche. Allí le aplicaron suero y permaneció ingresada falleciendo sobre las cuatro de la mañana por un fallo cardio-respiratorio producido por una posible “intoxicación”, según relata el informe del veterinario.
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