viernes, 24 de junio de 2016

Se quedaron sin casa y caminaba 8 kilómetros diarios para ver a su perro


Historia de sentimiento animal en el estado de Carolina del Norte (EEUU). Pete Buchmann camina unos 8 kilómetros para visitar a su mejor amigo, un perro llamado Buster. Pete y Buster eran inseparables hasta 2014, cuando se acabaron los recursos económicos de Buchmann al perder el trabajo cuando estalló la crisis y se quedó sin hogar, sin coche, y sin manera de poder cuidar a su perro de 9 años de edad.

“Cuando no pude pagar más el alquiler, me mudé al otro lado de la calle en el patio trasera de una casa vacía. Estuve en una tienda de campaña y fue bastante divertido durante una semana, pero eso no era bueno para Buster”, comentó Buchmann.


El hombre pidió ayuda a la policía para atender a Buster y le dieron el teléfono de un refugio en el que no sacrifican a los perros llamado “Faithful Friends Animal Society”, en Wilmington (Delaware). El perro pasó a estar en un hogar, pero Pete, sin coche, quería seguir viéndolo a diario, lo que le obligaba a caminar 8 kilómetros.

“Camina 8 kilómetros todos los días para ver a Buster y luego se pasa dos o tres horas para ayudar a pasear a los perros. La mayoría de gente en su misma situación podría estar deprimida y enfadada pero el no lo está”, comentaron desde el refugio.

Un final feliz para Pete y Buster

La historia conmovió a mucha gente, tanto que se recaudaron 29.000 euros para que Pete y su perro Buster se mudaran a un apartamento a vivir juntos. “No puedo agradecer lo suficiente a todos lo que han hecho”. “La palabra gracias no es lo suficientemente grande. Buster y yo vamos a estar juntos de nuevo”, comentó Pete Buchmann.

Pete confía en que su historia ayude a cambiar el concepto que tiene mucha gente de las personas sin hogar. “Mucha gente no va a contratar a alguien que no tenga un hogar, pero hay un montón de gente inteligente que quiere volver a estar como antes”.


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